jueves, 24 de octubre de 2013

Oh capitán,mi capitán!

No ha sido un verano fácil en lo que a fichajes se refiere,pero podríamos decir que el mejor fichaje,fue la renovación de Álex Mumbrú. Tanto el club como los aficionados sabíamos que era una prioridad cerrar la continuación en la filas del Bilbao Basket de nuestro capitán. También sabíamos que no hay dos como él y que su figura debería agrandarse para afrontar esta difícil temporada,lo que no sabíamos,era que que el mariscal de campo iba a ser uno de los jugadores más,sino el más,en forma de Europa.

Como he dicho,no creo que hubiese sido posible encontrar un jugador de la calidad de Mumbrú por el dinero del que disponíamos. Y he ahí otro motivo que le engrandecen,y no como jugador,sino como profesional. Seguro que recibió ofertas mejores de equipos de más nivel,pero Álex priorizó quedarse como referente baloncestístico en el botxo justo a amigos como Hervelle,Raül o Roger. Y espero que los aficionados también hayamos tenido algo que ver en su decisión,y haber calado hondo.

No es la primera vez que cuando las cosas vienen mal dadas Sir Álex Mumbrú se echa el equipo a las espaldas y tira para adelante sin mirar atrás,pero lo de esta temporada está siendo sobrenatural.

Si miramos las estadísticas de los partidos disputados en lo que va de temporada por el Bilbao Basket,podemos observar como los números de Álex rozan lo inverosímil. En Liga Endesa un promedio de 20 puntos 7,5 rebotes y 5 asistencias para un 30 de valoración,por otra parte,en Eurocup 18,5 puntos, 7,5 rebotes 5,5 asistencias con 24,5 de valoración. Creo que no me equivoco si digo,que a sus 34 años,Bilbao está disfrutando de la mejor etapa deportiva de Álex Mumbrú. No sabemos que le habrá dado Orenga en la selección que ha venido como un auténtico toro de Miura.

¿Quién quiere Lebrones o Kobes teniendo un jugador denominación de origen como este?

Pero debemos ser prudentes y mantener lo pies en el suelo. Nadie,ningún jugador,es capaz de mantener este nivel tan alto de juego una temporada entera. Ya escarmentamos el año pasado al llegar bajo mínimos físicamente al final de temporada. Ahora debemos dar un pasito al frente y conseguir que más jugadores se sumen a la fiesta y no dejen como único referente al capitán. Tenemos jugadores con mucha calidad y tenemos que conseguir que la desplieguen en la cancha. No son conscientes de la suerte de la que disfrutan al tener como maestro a Mumbrú,por lo que tienen que aprovechar para extraer todas las cosas positivas que puedan de él. Todos los que jugamos a baloncesto,soñamos con algo así.

Ya he comentado que llegará un día en el que Álex no pueda seguir dando semejantes clases de baloncesto en el parqué,pero,que nos quiten lo bailao!
Lo que nunca dejará de transmitir,son sus ganas,su fuerza,su coraje,y por que no decirlo,sus cojones!!
Y lo que nunca dejará de recibir,es el cariño y el calor de Bilbao. Miribilla siempre a sus pies capitán!



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